Viento fuerte se llevó los techos de las viviendas de dos familias en Turupamba
“Me arrimé a la puerta y les grité a mis hijos que se pusieran debajo de la cama. Es la primera vez que vemos algo así”, relata Geovanny Fierro luego de que un fuerte viento se llevara una gran parte del techo de su casa, ubicada en la comunidad de Turupamba.
El hecho se registró pasado el mediodía del martes. Geovanny cuenta que en la parte de abajo del sector empezaron a visibilizar unos “huracanes”, “fueron dos que subían, uno por el lado izquierdo y el otro por el derecho”.
Y mientras avanzaban, dijo que cerca de su vivienda se formó un tornado que alzó hojas, piedras “y subió directamente hacia mi hogar”. Fue ahí cuando Geovanny le dice a sus hijos Naomi de 11 años y Said de 7, que se metan debajo de la cama para prevenir cualquier lesión.
Sin embargo, después de que este aparente tornado pasara por la vivienda de la familia de Geovanny, enseguida pasó a la siguiente casa, de la familia de Ana Zambrano. Aquí María Tapia sufrió un golpe en la cabeza de los restos del techo que cayeron en la cocina, que hasta ayer aún tenía un hinchazón y por eso mantenía un hielo sobre su cabeza para que desaparezca.
Mientras tanto, la vivienda de Ana amaneció ayer cubierta de plástico porque prácticamente fue la mitad del techo que el viento se llevó. Asimismo, donde la familia de Geovanny y Janeth Carlosama, su esposa, no tuvieron otra opción que permanecer toda la noche del martes sin techo.
Tras reportar este hecho personal de gestión de riesgos visitó esta zona y la mañana de ayer entregaron unas hojas de zinc para ambas familias que fueron afectadas con el viento.
Aunque no hubo accidentes humanos que lamentar, Geovanny contó que en ese momento sintieron mucho nerviosismo.
“Dios sabe como hace las cosas, a mis hijos los sé dejar solos mientras me voy a hacer compras para mi negocio”, dijo Geovanny, quien prepara humitas y quimbolitos para vender en la terminal de Otavalo. Janeth en cambio es empleada doméstica de una casa en Caranqui.
Pero justo el martes no salió al mercado a hacer compras, “si mis hijos se quedaban solos yo sé que se morían de pánico, del susto y todo, podía pasar cualquier otra cosa”, añadió Geovanny, quien hasta ayer aún estaba sorprendido por lo que pudo evidenciar.
En los últimos meses la ciudad de Ibarra ha registrado fuertes vientos al mediodía. Las familias que ya sufrieron una afectación por esta temporada aseguraron que ver los ‘tornados’ ha sido impresionante porque nunca lo habían vivido.