Varios oficios tradicionales se resisten a desaparecer
IBARRA.- Hay ciertos oficios que son guardianes de la memoria e historia de un lugar, se mantienen vivos y no sucumbieron a la modernización que experimenta la ciudad a diario. Ibarra preserva su identidad a través de varios trabajos tradicionales, que llevan más de medio siglo intactos.
El arte de la zapatería
Al interior del Mercado Amazonas trabajan todavía los inconfundibles zapateros. Quienes, primero, te saludan vivazmente para luego ofrecerte un “remedio” para el calzado roto.
En un pequeño local esquinero, donde cuelga un pedazo de madera rectangular sujeto por dos cables y que tiene escrito en letras rojas “zapatería”, trabaja Carlos Rivera, de 63 años.
Él lleva más de 15 años en las instalaciones del mercado, pero como zapatero y conocedor del oficio tiene 51 años de experiencia.“Ya son pocos quienes realizan este arte. No hay gente que quiera dedicarse a esta labor porque buscan trabajar en otras actividades. Pero doy gracias a Dios por tener este oficio”, expreso Rivera.
El oficio de la relojería
En la acera de la avenida Alfredo Pérez Guerrero frente al Mercado Amazonas, se hallan pequeños puestos de color rojo y blanco. En uno de esos puestos bicolores, que se asemeja a una caseta de boletería, trabaja Agustín Vera.
A sus 64 años de edad, Vera, realiza sus actividades con toda la buena predisposición. Pues él ofrece mantenimiento y reparación de relojes, como también, el cambio de pilas y pulseras.
“Lo que hago es uno de los pocos oficios artesanales que persiste en el sector, pero según veo ya está desapareciendo. Llevo 36 años con este trabajo, y quienes iniciamos en este lugar ya solo quedan tres personas”, expresó Rivera. La mayoría de sus herramientas de trabajo fueron construidas y modificadas por él.
“Mercadito” y su carreta
Hoy en día es normal transportar mercancías y productos en autos, pero hace más de 70 años atrás, el medio que se usaba para esta actividad eran las carretas guiadas por caballos.
Uno de los referentes de estos medios de carga y transporte fueron las carretas del extinto Sindicato Marañon. Bienvenido Domingo Mercado, o como lo conocen “Mercadito”, es el último representante del sindicato.
Él y su fiel compañero Colorado no dejan que desparezca este oficio tan digno como admirable. “Tengo la carretica todavía. Pues sigo circulando y trabajando por más de 55 años. Y con esto logro que no desaparezca el Sindicato Marañon. También muchos de mis compañeros quedaron atrás y solo quedo yo”, explicó Mercado.
“Mercadito”, de 68 años de edad, no tiene en mente dejar su oficio o dedicarse a otra labor. Igualmente, está agradecido por todo lo que le brindó su trabajo, como también, por toda la gente que llegó a conocer.
Razones y Causas
En este sentido, Mirian Ayala Mora, concejala de Ibarra y presidenta de la Comisión de Patrimonio y Áreas Históricas, explicó que los avances tecnológicos y el desarrollo comercial que experimenta la ciudad afecta este tipo de oficios. Además, con la problemática económica que experimenta el país hace que estas pequeñas plazas de trabajo se abandonen.