Se va, pero volverá…
Hoy concluye una semana de gratificante presencia de la virgen de El Cisne en la provincia de Imbabura. En esta quinta ocasión, como no podía ser de otra manera, el pueblo ibarreño, principalmente, demostró su fe y su cariño a La Churona viajera, misma que llegó la semana anterior desde la ciudad de Loja para presidir imponentes actos religiosos en donde se observó a miles de fieles que buscaban un espacio de reflexión y oración frente a esta imagen respetada.Lo importante fue que la presencia de la virgen de El Cisne -a diferencia de otros años- se convirtió en un evento diocesano que tuvo la participación directa de la Diócesis de Ibarra, a la cabeza su Obispo, Monseñor Valter Maggi, quien en forma muy inteligente supo dar la importancia que tuvo este evento católico en la provincia de Imbabura. Las autoridades, las instituciones y el pueblo fueron fieles testigos de cómo la virgen María, en la advocación de El Cisne, congregó a miles de seguidores que demostraron su cariño y respeto a la venerada imagen. La virgen, con su presencia en Ibarra, visibilizó un hecho: la fe no solo está en Loja, sino que también hay presencia en el corazón de otras provincias del país.