Romero y su técnica milenaria
El telar de espalda es un técnica que solamente Humberto Romero la hace en Otavalo. Su galería taller Inka Wasi, es la única de la ciudad que cumple con este tejido milenario.
Palos de madera son los principales instrumentos o agujas del tejido, que son acompañados con la presentación del agrupo andino de la Galería quien seduje con su repertorio a los turistas que llegan hasta el lugar para presenciar los tejidos de Romero y su familia. Cobijas, ponchos, bufandas, tapetes son parte de los productos que la familia Romero-Andrango ofrece para todo el público. Solamente en dos partes del cantón se hace este tipo de tejido. El taller Tahuantinsuyo de Agato que es local de mi suegro y el mío, recalca Romero quien lleva más de 30 años en el oficio.
Y es que el proceso es minucioso. Todo inicia con el lavado de la lana, que es la clave para el inicio del trabajo. El tizado y el cardado completan esta primera fase del trabajo que culmina con el tinturado de la lana a base de vegetales y plantas naturales. En esta primera fase de trabajo, cerca de doce personas son parte de la labor. El proceso en sí del tejido dura entre dos a tres meses, dependiendo del producto que se piensa elaborar. Así, la artesanía se ha convertido en una actividad económica donde la familia Romero-Andrango ha podido salir adelante. La tejedura de productos textiles es una tradición milenaria y, a través de las generaciones, los textiles han llegado a tener un significado en la expresión de su identidad y creencias. Históricamente, la lana fue una de las primeras fibras que el hombre transformó en hilo y luego en tejido para cubrirse. En el caso de Romero, este oficio lo aprendió desde los 20 años cuando se casó. Su aprendizaje fue lento pero seguro. Manejar cada uno de estos instrumentos fue complicado, sin embargo pudo salir adelante. Su trabajo y esfuerzo no fueron en vano.
De hecho se ha perfeccionado en tierras norteamericanas donde ha logrado consolidar su trabajo. La Universidad de Indianápolis, New York y Nuevo México son las ciudades estadounidenses donde ha mostrado su arte.
EXPERIENCIA GANADA
Romero va más allá, pues también tuvo la posibilidad de intercambiar sus conocimientos con los pueblo nativos de Norteamérica como Dakota, Apaches, Sioux, Cherokees entre otros. Este tipo de tejidos es muy apetecido en otros países. También he tenido la oportunidad de trabajar con la Universidad de Illinois, comentó. Sus palabras son argumentadas con varios certificados y reportes de prensa de su paso por cada uno de los eventos en lo que fue participes.
De esta manera Romero muestra su habilidad al crear los espléndidos y llamativos textiles que cautivan a propios y extraños. Además certifica del porque Otavalo es la tierra del arte andino. De esta manera, esta técnica de telar de espalda es una técnica que se niega a morir. La familia Romero-Andrango, sigue creado sus obras de arte bajo esta técnica que cautiva a los turistas nacionales e internacionales.