Reducción del 30 % de aforo preocupa nuevamente a los comerciantes
IBARRA.- Los comerciantes del cantón Ibarra se encuentran preocupados por la disposición del COE-Nacional, pues a partir de esta semana se reduce el aforo a un 30%, aunque, la medida se aplicará hasta el 23 de enero, el sector, señala que habrá pérdidas.
Seis cantones de Imbabura fueron catalogados por la entidad como de alto riesgo, debido al incremento de contagios por Covid-19. De ahí que, la disposición indique que locales comerciales, restaurantes, bares, gimnasios y más reduzcan su aforo a más de la mitad y el horario de atención sea hasta las 00:00.
Pérdidas
Ramiro Aguilar, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Ibarra, comentó que la restricción afectará de mayor manera al sector hotelero y de alimentos, es decir, cafeterías y restaurantes.
Aguilar indicó que, otro factor que limita el consumo, es la restricción de los horarios, también el hecho que la mayor parte de la población son pacientes ambulatoria, es decir, que están contagiados y guardan aislamiento en sus casas “Esto frena la capacidad de promover el comercio y la actividad turística”.
“La nueva medida significa un golpe a nuestra economía, adicional a la que enfrentamos el año pasado”, dijo Aguilar. Sobre la reactivación económica, en el mes de diciembre, Aguilar señaló que la reapertura de la frontera entre Ecuador y Colombia, también frenó el consumo en Imbabura, comentó que las autoridades nacionales y locales no tomaron medidas para beneficiar a los comerciantes locales.
De igual manera, señaló que, todavía no cuentan con las cifras y resultados sobre las ventas de diciembre, a partir de la primera semana de febrero, se conocerá si existió un incremento en el comercio.
Voces de los comerciantes
Ruby Paredes, propietaria de la heladería La Bermejita, comentó que desde hace dos semanas, la afluencia de comerciantes bajó. Según la comerciante, varios de sus clientes frecuentes se encuentran en aislamiento por ser pacientes positivos de Covid-19. Desde la pandemia su local atiende, normalmente, a un 40% de usuarios.
Mencionó que las ventas están muy bajas, que un poco se recuperaron en diciembre “La reducción del aforo al 30% provocará menos ingresos e incluso que podrían dañarse nuestros productos”.
Mirian Cifuentes, propietaria de un restaurante, dijo que con la primera restricción, se redujo la capacidad del local a nueve mesas, es decir, atendía un promedio de 36 personas, esta semana recibirá a 16 clientes.