Puruhanta garantizará 60 años de agua potable para Ibarra
IBARRA.- El proyecto Puruhanta lleva cinco décadas buscando concretarse. Washington Estrella, coordinador del proyecto Puruhanta-Pimampiro -Yahuarcocha, habló sobre esta nueva fase y lo cerca que estaría de hacerse realidad.
¿Cómo se involucró en el proyecto de Puruhanta?
En 1990, en esa época, llegaron los dirigentes del proyecto que en ese entonces se llamaba Asociación Procanal de Riego y me invitaron a involucrarme en el proyecto, en aquellos años se planteaba solo la construcción del canal de riego. Desde ese instante fui parte de este sueño, luego me incluyeron en la directiva como coordinador.
¿Por qué el proyecto no avanzó en estos años?
En 1959 y 1960 los campesinos de la parte alta de la zona nororiental de Ibarra organizaron una comisión y visitaron la laguna de Puruhanta, comprobaron que la laguna está a 3 600 metros, mientras que Ibarra se encuentra a los 2 500, con ese dato iniciaron el proyecto para la construcción de un canal de riego. En el año 80 el extinto Inheri se hace cargo del estudio, pero no avanzó. Han pasado más de 10 gobierno, en Imbabura más de 50 autoridades que conocieron el proyecto y no se hace realidad.
¿La inestabilidad política y la falta de recursos afectó?
Para los estudios no se necesitaba muchos recursos, se podían realizar con los técnicos de las instituciones relacionadas. El Inheri hizo ensayos de estudios preliminares, más no un estudio profundo, intervino la Prefectura desde el 2005-2008 y se realiza un estudio preliminar, con recursos de la institución. En 2012, nace la Secretaría del Agua (Senagua) y se contrata el estudio, con una consultora de Guayaquil, pero incumplen el contrato los consultores.
¿Qué pasó con esta consultora?
Quisieron sorprenderle al fiscalizador diciéndole que se realizó la primera etapa de prefactibilidad, que era reunir toda la información básica, lo que hicieron es sentarse de oficina en oficina y recogieron todo el papeleo, no conocieron la laguna, nunca llegaron.
¿Qué pasó con el contrato y el presupuesto?
La Senagua destinó una partida del Estado de USD 1,8 millones para el estudio, que constaba de tres etapas: prefactibilidad, factibilidad y el diseño. Solo se realizó la prefactibilidad y cuando quisieron cobrar las planillas de factibilidad, el fiscalizador no dio paso, puesto que no existían estudios topográficos y no dio paso por incumplimiento.
¿Qué pasó con el proyecto?
El fiscalizador pidió a la consultora que devuelvan lo invertido, con un descuento del 40% de anticipo que les dieron, pero hicieron solo un 20% y tenían que devolver ese porcentaje, pero hasta ahora no lo hace y siguieron un juicio contra el Ministerio del Ambiente y la Senagua, pues se funcionaron. El USD 1,8 millones se quedó ahí, desapareció la partida, por la denuncia de la consultora. En 2014, se detuvo el proyecto. Fuimos muy claros con todos los ministros, que el proyecto de dotación de agua para la comunidad pueda detenerse por un lío legal, les dijimos que la parte técnica podía continuar.
¿Cuál es la situación del proyecto en este momento?
Nos hicieron esperar ocho años, con este Gobierno se logró lo que pedíamos en 2015, que era separar el problema legal del estudio técnico para poder continuar, ahora, con la prefactibilidad y diseño del estudio.
Se conformó una mesa técnica del proyecto ¿Qué trabajo se está realizando?
Se está planteando una nueva estrategia, el proyecto anterior era considerado multipropósito, es decir generaría agua, electricidad y riego, pero eliminamos el tema de electricidad y ahora el proyecto tiene dos propósitos: agua potable y riego. Hay un cambio de dirección del proyecto ya no empezará desde las autoridades gubernamentales, sino, desde las necesidades de la población. El proyecto empezará con nuestra iniciativa con el apoyo de la Prefectura y la Alcaldía, en la mesa técnica.
¿Cuántas personas se beneficiarán del proyecto?
El proyecto beneficiaría a 200 mil personas de los cantones de Ibarra y Pimampiro. Además, se dotaría del líquido vital a la ciudad por 60 años.