Este año despierta muchas expectativas en la población, puesto que en medio de la pandemia que no desaparece, ya van sacando sus cabezas ciertos seudo actores políticos. Se escucha en programas de radio a muchos ya conocidos por sus apegos al adulo, cepilleo y al lanzamiento de flores como si hubiesen sido los santos de su devoción. Hay politiqueros que de eso se aprovechan, aunque en medio de las crisis estuvieron calladitos pero, ahora que suenan las campanas preelectorales, buscan que bisoños locutores abran los micrófonos para criticar, objetar, sensurar y hasta dar recetas de solución ante problemas evidentes. Es un escenario en donde vivarachos y adulones estarán a la que cae.