La importante presencia de la mujer en su legítimo interés de escalar posiciones ha sido confirmada una y otra vez. No se trata -estamos convencidos- de calificar que un hecho es histórico por el simple hecho de ser “la primera mujer” en un mandato de alta jerarquía, porque la realidad ha precisado que lo histórico no está en llegar por ser mujer, sino por ser la mejor y responder con ética ante los retos que se presentan para no desaprovecharlos y cumplir a cabalidad con ese propósito. La Generala Tannya Varela, orgullosamente imbabureña, es un claro ejemplo de quien marca una página histórica, porque no fue suerte, sino una vida profesional limpia, sacrificada y digna. ¡Bien por ella y suerte!