La realidad educativa será otra a partir de ahora. El Ecuador ha caminado con tropiezos en la tarea que llega a las aulas, pero no por culpa de las maestras y maestros, que igual han soportado los maquiavélicos manejos de las políticas educativas y culturales impuestas que no han llegado a cuajar, ni a ser una solución a los problemas. El manoseo de esas políticas públicas por años, los “inventos” que se han puesto de manifiesto, la politiquería de grupos que se han vendido al mejor postor y la falta de una clara programación estructural y curricular acorde a nuestras realidades, supondrá una reprogramación a partir de hoy. El coronavirus nos obliga a tener otra mirada sobre las prioridades nacionales.