La perspicacia de los ciudadanos va más allá de los acuerdos que tratan de disimular desde la institucionalidad la falta de una acción comprometida con las aspiraciones de la población. Un ejemplo de ello es la serie de críticas que ha generado el proceso de elecciones para la renovación de las directivas barriales en Ibarra, que antes no despertaban tanto ruido como ahora. Hoy se ha calificado de “fracasado” al proceso. Muchos barrios reclaman por la falta de socialización del reglamento e incluso falta de transparencia desde Participación Ciudadana, dirección por la que han pasado tres directores sin poder consolidar la unidad barrial para lograr desarrollo. Se hace necesario recomponer las cosas, sin duda.