Una de las últimas acciones de la Policía que puso al descubierto una banda delincuencial en la que aparecen policías activos y un conocido futbolista ecuatoriano, nos obliga a preguntarnos ¿qué les hace proclives al delito? Acaso un miembro de la Policía Nacional no está más seguro recibiendo un sueldo y teniendo garantías por el uso de un uniforme que debe llevarlo con dignidad y orgullo. Acaso, el mencionado futbolista, no percibía una buena remuneración por sus habilidades en una cancha de juego y representando a un equipo que es parte de una rica historia del fútbol nacional? Es la ambición la que les lleva a meterse a un peligroso pantano del que posiblemente no salgan bien librados.