Con sorpresa vimos una polémica entrevista -si así lo podemos decir- al secretario de Gabinete de la Presidencia de la República, Juan Sebastián Roldán, por parte de Fernando del Rincón de CNN. No fue la primera vez, también actuó en forma admirable con la ministra de Gobierno María Paula Romo. El buen periodista cuestiona sí, aclara, pregunta, busca respuestas que quiere la comunidad, pero de ahí a ser irrespetuoso con el entrevistado, prepotente, grosero o simplemente tratar de denigrar y generar polémica creyendo que su imagen va a crecer favorablemente, lo convierte en un arrogante que no busca información, sino protagonismo. Peor, si en medio de la crisis obedece a ciertas consignas.