La necesidad de una acción contundente se pone de manifiesto cuando la población otavaleña empieza a sentir la falta de una directriz para afrontar los problemas evidentes que ya generan inquietud. Precisamente, es la gente la que mira y exige atención al tema de la basura, movilidad, contaminación por ruido, choque de voluntades al interior del Concejo municipal, reclamos por el servicio del agua y ahora, una problemática en el sector comercial en el canchón del mercado Copacabana que exige una solución en paz para evitar enfrentamientos y la toma de calles aledañas a manera de protesta, sin que nadie diga o haga algo, lo que degenera en la imagen triste de una ciudad con historia.