Es equivocada la deinición de “noticias falsas”, porque la noticia periodística, en su esencia para ser difundida, tiene que ser verificada, contrastada, basada en hechos ciertos. En nuestro país no existe todavía legislación para sancionar a los promotores de informaciones falsas y por otro, nuestra idiosincrasia no permite en alto porcentaje identificar los conceptos. Es necesario diferenciar la actividad periodística de la propaganda que muchas veces, en medio de las crisis y con una clara intencionalidad, fabrican mentiras malévolas o medias verdades que encierran el peligro de sembrar confusión. Creo que las noticias falsas plantean un grave reto a la sociedad, a las instituciones y al periodismo.