El domingo falleció un querido amigo de nuestro medio de comunicación, al igual que otros que han partido a la eternidad. Las causas pueden ser distintas, pero el dolor que queda en sus familiares y amistades es muy grande y quizá nunca sea superable. Estos momentos son para reflexionar y repetir que no nos relajemos, que la falsa sensación de seguridad sigue latente, cobrando vidas y contagiando a muchos. Se habla de volver a la normalidad, incluso -sin que sea obligatorio- se habla de la apertura de escuelas, colegios y universidades para retomar las clases presenciales. Sería bueno analizar con responsabilidad lo que podría pasar y mirar también lo que sucede en otros países. ¡Mucho cuidado!