No puede haber peor delito que irrespetar la integridad y violentar el pudor de una niña. EL NORTE, en días anteriores publicó el resultado de un estudio preocupante en el que más de 3 000 niñas menores de 14 años ahora son madres, no porque ellas lo quisieran, sino porque en su vida fueron violadas por ‘monstruos’ que no midieron consecuencias. Frente a esto ¿qué se hace y qué se ha hecho? Diríamos que muy poco o casi nada, porque las estadísticas suben y hasta ciertos recintos educativos han sido denunciados por estas prácticas deleznables. Lo malo es que incluso, desde el poder político, se ha tratado de tapar y hacer espíritu de cuerpo para ignorar el delito. ¿Dónde están los castigados?