Los sectores políticos en disputa por el segundo lugar, tras las elecciones de la primera vuelta entre Guillermo Lasso de CREO y Yaku Pérez de Pachakutik, han llegado a un punto crítico, luego de que el inicial acuerdo se promocionó como un acto de madurez política. Lastimosamente, como muchas cosas que suceden en el país, son ilusiones que se generan para pesar las circunstancias y de acuerdo a los resultados que arroje la balanza, atizar el fuego o amoldar las conveniencias. El acuerdo entre los dos candidatos, para muchos ilegal, no satisfizo las expectativas de los ecuatorianos. Aquella madurez política se diluyó más pronto de lo esperado y quizá hasta la confianza para la segunda vuelta electoral.