El análisis profundo debería ser la constante, más allá de los caprichos de cualquier ciudadano, por más autoridad que sea. La situación de Movidelnor, clarificada por el actual gerente, no hace sino desnudar graves falencias en el accionar técnico, administrativo y financiero, además de la falta de una hoja de ruta institucional o un modelo de gestión integral. Ante los 15 cantones, lo que hizo Movidelnor, se percibía como una acción aislada, sin sustento técnico y “a la buena de Dios”, como dice el argot popular. Se habla de un déficit de cerca de UN MILLÓN de dólares y de un exagerado gasto corriente. Los alcaldes que quieren desvincularse de la Mancomunidad deberían ser claros con sus pueblos.