La acción valiente de dos jóvenes abogadas puso en vilo a Jorge Yunda, quien viene luchando contra corriente para mantenerse en el cargo como alcalde del Distrito Metropolitano de Quito. Ese es un ejemplo de cómo la participación ciudadana tiene más poder que las tibiezas, cálculos y el ¿cuánto o qué hay? que manejan ciertos prevalidos de poder. Cuándo entenderán que las instituciones no son haciendas en donde se hace lo que se les venga en gana. Cuándo comprenderán que los recursos públicos son razones sagradas para proteger, administrar bien y responder a la confianza que depositó la gente por su “capacidad”. Los tibios, calculadores y deshonestos no legislan, peor fiscalizan. ¡Atención!