Una actuación deplorable que agrede la estructura institucional de los organismos, cuyos personeros están llamados a observar la normativa, ocurrió ayer ante la mirada crítica de los ciudadanos del norte ecuatoriano. El periodo para el que fue nombrada la presidenta de la Mancomunidad de Tránsito del norte del país, culminó el viernes 21 de mayo, sin embargo, en lugar de proceder con soltura, aparecieron leguleyadas que trastocan, no solo el buen caminar del organismo regional, sino que lesiona la unidad entre alcaldes que la conforman. ¿Cuál es el objetivo para frenar la renovación de autoridades en esta entidad reguladora?, es la pregunta. Hay mucho por aclarar. ¡Esperemos con paciencia!