Siempre seremos partícipes del respeto a la mujer, de valorar sus aptitudes, logros, su mentalidad y su trabajo. Es verdad, como ser humano puede cometer errores -quien no los ha tenido- pero como respuesta a eso no debería ser la violencia el argumento de solución a un problema. Recientemente acabamos de recordar el Día internacional de la Mujer y miramos de cerca cómo han proyectado la necesidad de defensa de sus derechos, pero, igualmente, hemos sentido que sus esfuerzos en lugar de avanzar, retroceden. En medio de la pandemia se incrementaron los femicidios, violaciones, agresiones dentro del hogar y el irrespeto. Nunca la violencia será la solución a los problemas, venga de donde venga.