Hay un dicho popular que debería tomar fuerza en nuestro país que dice: “la unidad hace la fuerza”. Eso es lo que requiere con urgencia esta nación que afronta, en época electoral, una agresiva campaña política y la polarización de fuerzas que dejan de lado las prioridades nacionales. La ideologización se ha impuesto a la práxis, pero cualquiera que sea la premisa no puede desvincularse de la realidad. Pobreza, corrupción, desigualdades sociales, falta de educación de calidad, salud debilitada, ausencia de trabajo, pauperización de la economía familiar agravada por la pandemia, no pueden ser problemas a resolverse desde las ideologías, sino desde la honestidad, unidad y la planificación.