Es penoso pero ningún país de América Latina se ha librado de los actos de corrupción. Tramas grandes o pequeñas pero al final pocos ganadores y toda una nación perdiendo. En el mapa latinoamericano, los países están salpicados de corrupción desde hace rato. Algunos han reformado sus leyes para descubrir a los culpables, denunciarlos y sancionarlos, pero… ¿y la recuperación de lo robado, la incautación de los bienes mal habidos y todo el dinero del que se han aprovechado los asaltantes al Estado? Ecuador ha vivido períodos catastróficos de corrupción desde el poder, en donde pocos son los beneficiados y muchos los que sufren las consecuencias. Iniciemos por la transparencia para cambiar.