Las declaraciones realizadas por un concejal ibarreño genera más inquietudes en la colectividad, respecto de la administración municipal. Ibarra no quiere confrontación, sino soluciones a los problemas existentes. Se requiere más diálogo, transparencia y consensos con base en el diálogo y no en los cálculos personales o politiqueros que hacen mucho daño a la Capital imbabureña. Los ciudadanos piden al Concejo municipal que haya un giro hacia el desarrollo, pero eso no solo requiere de buena voluntad sino de una clara visión de futuro. Las graves declaraciones del edil deben ser probadas, porque en el imaginario ibarreño queda una sensación de qué algo pasa en el GAD-I, casa adentro.
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