Lo ocurrido en varias sesiones de Cámara municipal en Otavalo, no solo que llama la atención, sino que, ante los ojos de la ciudadanía, se ha perdido total respeto para quienes, siendo autoridades piensan diferente. Los concejales de oposición denuncian un bloqueo a su derecho de opinar y disentir. Cuando hablan durante las sesiones se les baja el volumen o se silencian los micrófonos para que no se puede escuchar la intervención de los ediles, supuestamente, porque puede afectar los intereses de la administración. Pero, no es solo eso, se ha indicado que hay presuntos troles al interior del Cabildo, que actúan desde el anonimato para afectar la honorabilidad de las personas. ¡Lamentable!