Lastima ver que hay personas a las que les importa poco la seguridad propia y la de los demás. No entienden que con su relajamiento apoyan las crisis sanitaria y económica y lo que es grave, desoyen las medidas de bioseguridad planteadas -por ahora- como única forma de velar por la salud, quizá convencidos que nunca van a tener que enfrentar a esta enfermedad desconocida. Penosamente, debemos reconocer que el coronavirus llegó para quedarse por un buen tiempo y si no acatamos lo que nos dicen los expertos de la salud, sin duda, las cifras van a seguir aumentando, con el consecuente posible colapso de los sistemas de salud que, obviamente, nadie lo quiere. El virus está vivo y no se ha ido.