El sentir popular considera que el dinero fácil se lo lleva el diablo. El tema de las pirámides, el chulco, los prestamistas, son simples formas de lavar dinero en muchos casos y/o estafar, alejados de toda legalidad. Hoy todo el mundo habla del caso Nazareno en Quevedo y conforme avanzan las horas salen a flote más informaciones como aquella que “Don Nazareno: el hombre que capta dinero en Quevedo y ofrece pagarlo en ocho días al 90 % de interés, lleva años siendo buscado por una deuda”. La gente se confía demasiado, no recapacita y no está consciente de los riesgos que se corren. No olvidemos lo que sucedió años atrás en Machala y en Ibarra, en donde hubo mucha gente afectada.