El país vive sus horas más difíciles. Hay sentires ciudadanos y hay visiones gubernamentales. Los primeros creen que hay decisiones peligrosas que pueden poner en más riesgo a la población y los otros que, en base a recomendaciones, suponemos, anuncian un cambio de comportamiento. “Del aislamiento al distanciamiento”, dicen, pero quién nos garantiza que se cumpla. Los ecuatorianos
en más o en menos, representamos quemeimportismo, desorden, indisciplina, indiferencia, impaciencia y hasta prepotencia. ¿Será que estamos yendo por el camino correcto o es que con decisiones peligrosas nos estamos yendo al despeñadero? Las hora que siguen nos van a ubicar en la realidad.