Las horas pasan y nos acercamos al día crucial, sí porque el domingo 7 de febrero se juega el futuro del Ecuador. No podemos decir por quién deben votar, porque esa es una decisión sabia de los ciudadanos, lo importante es que en medio de tanta turbulencia política, a la que ya nos hemos acostumbrado, se demuestre con el poder de nuestro voto que queremos sí, una democracia fortalecida, libertad, estabilidad, gobernabilidad, paz, consensos, unidad de criterios responsables para tratar de enfrentar el futuro que aparece con nubarrones. No queremos violencia, basta ya de corrupción, que los ladrones de cuello blanco paguen sus culpas y no se vanaglorien con el dinero mal habido.