El presidente Lenín Moreno al inicio de su gestión empezó con un alto respaldo de la población, más cuando, despojándose de su traje partidista, empezó a decir que la mesa no estaba servida y que hará una cirugía mayor en contra de la corrupción. Desde hoy en que presentará su informe a la Nación, el Presidente de la República empieza su cuenta regresiva en medio de polémicas, desprestigio y tres calamidades: sanitaria, económica y corrupción. El país queda mal parado y habrá que recurrir a la inteligencia del pueblo -que lastimosamente también se equivoca- para designar al sucesor gubernamental que debe tener la sapiencia, el porte de estadista y magnanimidad para poder salir del atolladero.