El titular valedero, por lo visto en las últimas semanas, debería ser: “La pandemia de la corrupción”. Y es que en el Ecuador las malas mañas se pegan rápido y se busca, con descaro y desfachatez, aprovecharse de la triste situación para beneiciarse a costa del dolor de los demás. Primero las MAS-carillas, las fundas con sobreprecios para los cadáveres y ahora la denuncia de jugosos contratos hospitalarios. ¡Qué les pasa! El Gobierno dijo que la transparencia es prioridad, pero hay personajes nefastos, vivísimos sinvergüenzas e insensibles a los que nos les importa el dolor de las familias que sufren. Quieren llevarse, a través de contratos dudosos y al apuro, el dinero por montones. ¡Investiguen y castiguen!