La exigencia es más del lado colombiano que del ecuatoriano, sabiendo que una vez abierta la frontera norte de Rumichaca, el comercio ipialeño y de Pasto se va a reactivar, mientras que el de Tulcán, principalmente, siente temor de que su situación económica merme o se pauperice. Los presidentes Lasso y Duque, de Ecuador y Colombia, respectivamente, acordaron proceder con la apertura del puente internacional el primero de diciembre, sin embargo, la nueva cepa del coronavirus (Ómicron) y quizá las presiones en el lado fronterizo ecuatoriano, sobre todo por las fiestas cercanas de Navidad y Año Nuevo, obligaron a posponer el plazo para que la frontera se abra. Hay que esperar con paciencia.