Lo penoso de la clase política ecuatoriana es que luego de pasar recitando fórmulas de solución a los diferentes problemas del país, de la región y de las localidades, desaparecieron del mapa, ya no hablan, ya no dicen nada y se nota lo poco que les importa las dificultades por las que pasan la mayoría de ecuatorianos. Claro, solo fue le efervescencia de la campaña electoral, ahí los candidatos titulados y académicos, los experimentados políticos, los que nacieron de la nada y aceptaron representar a movimientos o partidos solo por la coyuntura ¿dónde están? La población deberá tener en cuenta los rostros y nombres porque con seguridad volverán a ser candidatos próximamente. ¡Atentos desde ya!