La Asamblea Nacional ha vuelto a estar en el ojo de la atención, pero no por las buenas acciones -que sí existen- también porque ahí se cocinan otros intereses y al parecer no por acción de los “padres de la Patria” sino de ciertos ‘asesores’. ¿Asesoran qué? Bueno, algo sucedió la semana anterior a través de chats descubiertos y de los cuales un asambleísta dijo que ignoraba. ¡Ya basta de corrupción! pero también ¡ya basta de apatía de los ciudadanos! y sobre todo ¡ya basta de impunidad! No es suficiente con que salga a la luz, que se denuncie y se vengan las justificaciones, que se determine un delito o que se imponga una irrisoria sanción. Un corrupto es un delincuente y eso no debe ser tolerado.