Ya lo habíamos indicado en varias ocasiones. La pandemia no es una broma y solo quienes han pasado por esa traumática situación en su estado de salud han vivido para contarlo, los que han fallecido dejan solo recuerdos, tristeza, dolor y lágrimas. Estamos a las puertas de un feriado largo, apropiado -en otras condiciones- para generar economía, visitar a los amigos y familiares y sobre todo ensimismarnos en medio del tradicional Día de Difuntos para recordar a quienes se adelantaron en el camino de la vida. Hoy es distinto, la situación es muy delicada, pero parece que hay sectores que no quieren entender. Relajarse es golpear la puerta de la muerte, la desgracia y el dolor. ¡Cuidado!