Pilahuin Tio apertura su nueva agencia en Portoviejo
Una entidad financiera que le aporta a lo social, a la cultura, a la educación, al pequeño agricultor, al mediano empresario; motivos no faltaron para que el manabita se sienta identificado desde el comienzo con la Cooperativa de Ahorro y Crédito Pilahuin Tio, ahora con su marca PTIO.
La mañana del viernes 18 de marzo, Portoviejo, capital de Manabí, lució un cálido color naranja en su ambiente. El motivo: la inauguración de la primera sede de la Cooperativa PTIO, en Manabí.
Con esta ya suman cinco provincias (tres en la sierra y dos en el Litoral) las cuales han puesto su confianza en una de las entidades financieras más sólidas de todo el país, según lo afirma la empresa calificadora de riesgos SummaRatings S.A.
Pilahuin Tio puso su mirada en un territorio con enorme potencial turístico, cultural y sobre todo humano. Así lo destacó su Gerente General, Esteban Mazabanda, en el discurso de inauguración.
Para el mentalizador de este proyecto, lo que arrancó con el eslogan ‘La Fuerza Económica del Norte del País hoy se ha transformado en la Fuerza Productiva del Ecuador.
Y los hechos lo demuestran. La principal intención de los miembros de esta cooperativa está en mantener su “compromiso” con los clientes, como lo dicen sus valores.
Es así que mientras se preparaba la ceremonia simbólica de inauguración, los primeros visitantes llegaban a preguntar respecto a los tipos de créditos y fueron atendidos por el personal con “responsabilidad”, “eficiencia” y “trabajo en equipo”.
La Cooperativa de Ahorro y Crédito además se caracteriza por ser una institución financiera que cree en su gente, orgullosamente indígena de la zona norte del Ecuador, y que con 15 años de vida institucional se ha consolidado como una entidad líder en su zona de influencia, con gran impacto social cultural y económico.
Pilahuin Tío nació en Otavalo, provincia de Imbabura un 6 de noviembre de 2006, como lo recuerda Mario Quinatoa, jefe de negocios de la Cooperativa en una reseña histórica.
Su primera agencia la establecieron en Ibarra, para luego trasladarse a la ciudad textilera de Atuntaqui ambas en Imbabura.
La confianza de sus clientes que llegaban de todas partes del país motivó la creación de una nueva agencia en Tulcán (Carchi), cuatro nuevas oficinas en Pichincha (Quito, Carapungo, Cayambe y Tumbaco) y salir a la costa ecuatoriana por primera vez con la agencia de Santo Domingo de los Tsáchilas y finalmente consolidarse en Manabí.
Eduardo Mendoza, gestor cultural y miembro del colectivo ‘Son Montubio’, compartió su admiración hacia el pueblo otavaleño al cual felicitó por mantener vivas las costumbres, tradiciones, oralidad y vestimenta propia de los kichwas y manifestó que son una inspiración para fomentar lo mismo en el pueblo montuvio manabita.
El amorfinero Mendoza hizo llegar al gerente Esteban Mazabanda una placa escrita sobre madera de mango que decía: “Que no se acabe la fiesta, que lo bueno no tenga fin, que empiece con pie derecho, la cooperativa Pilahuin”.