Persiste la discriminación racial
La discriminación de los afrodescendientes persistió en 2011 en América, tanto en el ámbito público como privado, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Víctimas de la exclusión. Las personas afrodescendientes han sufrido históricamente y continúan sufriendo la exclusión, el racismo y la discriminación racial y han sido invisibilizados, aun cuando constituyen la mayoría de población de algunos Estados de la región, asegura el informe de la CIDH.
Este grupo poblacional vive de manera sistemática en las zonas con mayor pobreza de las regiones, con menos infraestructuras y más expuestos al crimen, afrontando serios obstáculos para acceder a la educación y la vivienda.
Así, entre este grupo, que la CIDH estima que representa el 30 % de la población de América, los jóvenes y las mujeres acarrean con las más agudas consecuencias de la discriminación.
La triple discriminación de las mujeres -por sexo, pobreza y raza- corre el riesgo de agravarse en conflictos armados.
En tanto, los niños y jóvenes parten con una menor perspectiva de futuro, registran mayores tasas de analfabetismo, cursan menos años escolares y supone un porcentaje muy reducido los que consiguen estudiar en la universidad.