Para el próximo alcalde
Hace ya algunos días reflexionaba sobre el decaimiento del turismo, particularmente en lo que concierne a Otavalo. Me ratifico que el principal sustento de la provincia de Imbabura está en pleno declive.
Más que hacer reflexiones realistas que pueden parecer pesimistas, es necesario gestar algunas propuestas tendientes a revertir este malhadado proceso, con la esperanza de que alguna autoridad la tome en cuenta. La rehabilitación del ferrocarril en la ruta Otavalo-Ibarra, repotenciará el turismo en esta zona, pero paralelo a esto se debe gestar zonas de parada atractivas y óptimas para el turismo.
El visitante llega a Otavalo por tres razones fundamentales: Plaza de los Ponchos, etnia y paisajes; por lo que es importante rehabilitar mediante una reingeniería integral la zona de influencia de este centenario mercado artesanal.
En el tema cultural hace falta diversificar la producción artística a nivel industrial, como también motivar y apoyar la vivencia cultural de los kichwas; paralelamente se debe crear una ordenanza municipal para dar una identidad arquitectónica a la ciudad, en donde se exija el uso de materiales nobles como la teja, la madera y la piedra en la remodelación y construcción de viviendas, tanto en la urbe como en la zona rural.
La limpieza es algo imprescindible a la hora de gestar proyectos turísticos, por eso es importante descontaminar urgente los ríos y erradicar el desaseo en la ciudad, por medio de una campaña efectiva y sanción para los infractores.
El control a los restaurantes debe ser estricto y permanente. Cómo olvidar también el trato a los turistas, que es otro de los temas donde se debe trabajar permanentemente; debemos ir pensando en el etiquetado correcto de los productos a comercializarse, con su respectivo precio, para evitar el asedio a los turistas y el abuso en los precios.
Si los potenciales candidatos o candidatas a la Alcaldía de Otavalo, no han tomado en cuenta estos importantes temas en su agenda de gestión, les recomendaría que por favor se queden tranquilos en sus respectivos domicilios y dejen trabajar a otros que sí pueden tener visión.
Raúl Amaguaña Lema
raulamaguana@gmail.com