Ordenanza busca mejorar la imagen
La propuesta de ordenanza para construcción de cerramientos va por buen camino. Así lo explicó Rubén Buitrón, presidente de la Comisión de Presupuesto y Planificación de la Cámara Edilicia. Todas las personas naturales o jurídicas que consten en el catastro municipal predial del área urbana de la cabecera cantonal y de los centros poblados de las parroquias rurales del Cantón Otavalo tendrán la obligación de cerrarlo y mantenerlo libre de malezas y escombros, sin importar que el predio o lote se encuentre edificado o sin edificar, el mismo que deberá respetar las normas técnicas y directrices emitidas por la Dirección de Planificación del GADMCO.
El citado texto consta en el artículo 8, Capítulo III, de la propuesta de Ordenanza que elaboró la Comisión de Presupuesto y Planificación de la Cámara Edilicia. El proceso de socialización inició el miércoles último, con una reunión que se realizó en la sede social de la Federación de Barrios, a la que asistieron directivos y representantes de las filiales de esa institución, y se extenderá hasta diciembre del presente año con encuentros que se prevé efectuar en cada barrio.
La idea es que empecemos a hacer conciencia de que los lotes baldíos, ya sea por higiene unos, ya por seguridad otros, deben tener los cerramientos correspondientes a efectos de que Otavalo esté más presentada y segura, explicó Buitrón, quien promueve la ordenanza.
La ordenanza prevé conminar a los propietarios de lotes sin cerramientos a que construyan los mismos en un plazo de un mes, previa notificación por escrito o a través de los medios de comunicación, en caso de no identificar el domicilio. De haber incumplimiento en ese lapso de tiempo, se prevé aplicar una multa de una remuneración básica unificada y si luego de transcurridos 60 días desde la notificación no se ha cumplido lo dispuesto, el GAD Municipal construirá el cerramiento y aplicará el cobro de recargos y multas correspondientes.
El cuerpo legal prevé resolver una serie de inconvenientes que existen en barrios, ciudadelas y urbanizaciones de la urbe otavaleña, a causa de los lotes baldíos que no tienen cerramiento, mismos que dan una mala imagen para la urbe.