“Nómadas en la Llakta” deja su huella en Peguche
Un rasgo fundamental de los pueblos del mundo, sin duda alguna es el arte, la cual varía de acuerdo a la localidad donde se produce. Esta rama sirve como un distintivo, a modo de costumbre o tradición, que se ha transmitido en sus pobladores de generación en generación. Claro que no todos se dedican a ello, pero quienes sí, dejan la vida entera en cada obra.
En este caso en particular, se hace referencia al arte plástica, más específicamente en el cantón Otavalo, cuna de grandes artistas, como Juan José Terreros, líder del Centro Cultural “Ojo Callejero”, quien impulsa una iniciativa digna de aplaudir, encargada de embellecer, aún más, a la comunidad de Peguche.
“Hemos tratado de vincular al Centro Cultural con Peguche, a través de un aporte comunitario basado en arte urbano. Dentro de las actividades que hemos realizado, se formó la idea de generar un circuito de murales, que tiene como uno de sus objetivos traer a artistas de otros lugares del país para que nos compartan su obra”, inició Terreros.
La participación activa de los ciudadanos en los diferentes ámbitos de la sociedad es de vital importancia para empujar a un territorio hacia el progreso. En este sentido, se ha podido palpar que en los últimos años, ha existido un compromiso también de parte de los jóvenes, quienes día a día se van empoderando más de su terrunio. En el caso de Juan, con 32 años de edad, ya ha efectuado varios eventos sociales, dejando una huella imborrable en el “Valle del Amanecer”.
“Esta es la segunda edición de este proyecto denominado “Nómadas en la Llakta” que se desarrolla específicamente en la Calle Peguche, actualmente bautizada también como la Calle del Arte. Allí hemos estado haciendo murales a gran escala, con calidad”, agregó.
Al ingresar a esta arteria vial, el colorido es uno de los principales atractivos que sobresalen a la vista. Conforme se va a avanzando por las aceras, se pueden ir divisando las obras de arte que reposan sobre las paredes de las viviendas del sector. En ellas se destacan rostros, oficios artesanales, productos autóctonos de la zona, entre otras cosas; que en su conjunto reflejan una parte de la idiosincrasia de la comunidad pegucheña.
Vale indicar que este imponente escenario, no funciona de manera aislada, sino que además, tiene el propósito de aportar a la reactivación económica del lugar, pues crea un ambiente propicio para que se despliegue una feria artesanal en sus inmediaciones.
Al respecto, Terreros comentó: “En un inicio la creación de la calle del arte era también para que los vecinos artesanos de este lugar puedan tener su propia feria, para que promocionen sus artesanías, comida y productos en general. Hemos querido darles este plus para que los turistas también puedan darse un recorrido de arte”.
Otra de las finalidades de este proyecto artístico, es generar mayor turismo en el lugar, que si bien es uno de los fuertes históricos de Peguche, con la pandemia mundial por el Covid 19 sufrió un descenso.
“Hay muchas personas que han promovido visitas a los murales y por ende a la comunidad. Eso ayudará mucho”, señaló.