Milenario bosque de Arrayanes espera la visita de los viajeros
El bosque y vegetación Protector “Bosque de los Arrayanes” contempla un remanente de bosque alto andino atípico, inmerso en un paisaje cultural con una extensión de 17.2 hectáreas, ubicado a 15 minutos la ciudad de San Gabriel, en la comunidad Monteverde.
El milenario “Bosque de los Arrayanes” fue declarado como protegido por el Ministerio de Turismo en mayo del año pasado.
Andy España, técnico de turismo del Municipio de Montúfar y guía de este sector turístico, comentó que estos árboles que forman el bosque tienen aproximadamente mil años de antigüedad.
Hasta el momento se han registrado 56 especies de orquídeas, 17 especies de aves, ocho de mamíferos y más de 200 especies de hongos.
Además de ser el único bosque con esas características en el país, hay un hongo específico que puede ser una especie endémica del bosque.
El funcionario comentó que se envió una muestra al Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO) para que sea evaluada y determinar si se trata de una nueva especie, pero para España es más seguro que sí, “porque solo crece de la descomposición de la vegetación del arrayán”.
Por otra parte, este árbol es considerado como sagrado, especialmente para la cultura pasto.
El guía mencionó también que en las 17.2 hectáreas se implementó antes un cementerio pasto. “En su momento, la cultura pasto convivió con ese bosque y lo que hicieron fue sembrar los arrayanes sobre las tumbas de sus seres queridos para protegerse de la invasión española, que venía saqueando las tumbas tanto de incas como de pasto”.
La actividad turística en este sector empezó en 2005, desde la creación de la asociación ‘Salvemos el bosque de los arrayanes’, que voluntariamente cuidan y protegen esta zona y también realizan actividades turística, especialmente brindan gastronomía.
A pesar de ser un bosque pequeño, España asegura que tiene una enorme biodiversidad. Sin embargo, presentan varios problemas a diario como la expansión de la frontera agrícola (fumigaciones y talas de la zona de amortiguamiento) que afectan todos los días.
De igual forma, otra afectación que sufre esta zona protegida es por las plantas endémicas que muchas veces arrancan los turistas para llevarse.
Son nueve personas de la comunidad que forman parte de la asociación, quienes hacen un trabajo de voluntariado. Además, desde la municipalidad se les brinda diferentes capacitaciones, asesoramiento técnicos y algunos proyectos de infraestructura turística que se desarrollan no solo en este bosque sino en algunos atractivos turísticos que tiene el cantón Montúfar como la laguna El Salado y la Cascada de Paluz.