Madres todo terreno
Desde la instauración de la celebración del día de las Madres y desde siempre, las madres, esculpidas por Dios, para dar vida, sin distingo social, raza, religión, estado civil, educación, edad, somos madres a tiempo completo. Madres todo terreno, por lo general, atendemos el hogar y trabajamos fuera, casa adentro somos: cocineras, choferes, enfermeras, profesoras, deportistas, psicoanalistas, videntes, guardias, agentes especiales y para rematar, con toda esta modernidad encima, navegamos el ciberespacio y es que nuestros vástagos son los hijos de la era digital.
Manejan redes sociales en internet como MySpace, Facebook, Twitter o Youtube, entre otras; gran ventaja tecnológica que puede convertirse en un riesgo latente, pues se exponen a ser víctimas de secuestro, acoso sexual, extorsión, trata de blancas, tráfico, drogas, bullying, etc; sino se pone límites a tiempo en este y otros aspectos de la vida cotidiana. Frente a la rebeldía natural de los hijos, nos corresponde la obligación moral de ser jodidas, claras y consistentes; inteligentes, sabias y avispadas, aunque a veces los chic@s noscrean tuertas, mancas y cojas Aunque lloren y pataleen, tenemos que trazar la cancha de los derechos, pero primordialmente de las obligaciones, que hagan la tarea educativa y doméstica, pero sobre todo, que aprendan a respetar a los demás en toda su diversidad, muchas veces les podremos gritar, reñir y llamar la atención y otras ser una la luz para que no pierdan el camino, porque no nacimos siendo adultas, también fuimos niñas y jóvenes; no teníamos un blackberry, ni tablet, tampoco nos íbamos de pijamadas, ni chateábamos con amigos, a cambio tuvimos unas madres graduadas de comandos especiales, cuando charlábamos en el umbral de la puerta, o jugábamos a la rayuela, a las escondidas, al pan quemado, no nos llamaban al celular, nos gritaban padentrooo!, teníamos permiso de ver a los enamorados luego de misa de domingo y cuando ya conocían todo el perfil de la descendencia; quizá en la sala, pero con la puerta abierta Las reglas siempre estuvieron presentes, gracias a esas Madres que pusieron en la balanza, dosis exactas de amor y disciplina, ahora de manos callosas, de piel arrugada, de caminar lento pero sereno y de corazón siempre tierno, gentil y bondadoso, nacimos nosotras sus hijas.
Zulema Obando H.