Los sandieguinos demostraron ser extremos
Ibarra.- Coraje, destreza, agilidad, fuerza, persistencia y un buen trabajo en equipo fue lo que demostraron los 170 estudiantes de la Unidad Educativa San Diego, quienes ayer enfrentaron y superaron una exigente prueba denominada el ‘Cadete de Acero’. Este atractivo evento, en su sexta edición, se realizó en las instalaciones de la institución situada al sur de la capital imbabureña.
Detalles Aún no son militares, pero muchos sandieguinos ya se forman para llegar a ser uno. Y entrenar para tener condiciones físicas que les permitan superar varios retos es uno de sus objetivos.
Ellos lo demostraron en la prueba ‘Cadete de Acero’, cuando superaron un trayecto de 800 metros lleno de difíciles pruebas y obstáculos, entre ellos hacer barras, superar la prueba reptar (arrastrarse como un reptil debajo de un campo cubierto de alambres de púas), superar los denominados cabos comandos, improvisar una camilla con dos palos y superar un pequeño túnel metálico.
Los equipos participantes en el duro desafío demostraron el trabajo en equipo, ya que hubo un momento en el que tuvieron que fabricar una camilla utilizando únicamente dos palos y su imaginación.
En la camilla estaba acostado un miembro del equipo y el resto tenía que trasladarlo unos 25 metros por medio de un terreno irregular, pero la tarea no era nada fácil, debido a que quienes llevaban la camilla tenían la vestimenta más pesada, ya que estaban cubiertos de agua y lodo.
Reacción Durante el complicado trayecto, hubo cadetes que intentaron darse por vencidos, pero ahí estuvieron padres madres de familia, sus compañeros y docentes, quienes no dejaron de apoyar a los participantes para que culminen el desafío extremo.
“La prueba estuvo muy fuerte, pero es el nivel que tiene una Academia Militar. Y como experiencia es muy buena porque en la vida también se nos pueden presentar cosas difíciles y hay que superar cada obstáculo o desafío. Espero volver a competir”, mencionó Jostin Álvarez del décimo año.