Lo que parecía ser un acuerdo entre dos hermanos, por un terreno terminó en un proceso judicial que solucionó la comunidad
Otavalo.- La resolución de una Asamblea Comunitaria por un problema de tierras, fue ratificada por la justicia ordinaria.
Quizás el hecho pase desapercibido, pero para los líderes kichwas, nacionalidades indígenas y Pueblo Otavalo, esta medida marca un histórico precedente.
“Con este hecho se comprueba que la justicia indígena, no solo es para solucionar conflictos como robos de cuy, gallinas, vacas… Si no para cualquier tipo de conflicto, que se genere dentro de la comunidad”, dijo Ercilia Castañeda, edil de Otavalo, quien acompañó a los dirigentes durante el proceso judicial.
El problema se originó en la comunidad de Calpaquí, parroquia Eugenio Espejo, en el 2014. Dos hermanos firmaron un acuerdo, donde uno de ellos donaba el 50 por ciento de un terreno. Sin embargo, la persona que recibió parte del predio, a decir de Castañeda, intentó apoderarse de todo el terreno de manera dolosa. Esta actitud, fue lo que desencadenó todo el litigio.
Garantía constitucional. Por ser comuneros y de acuerdo a lo que dice la Constitución de la República del Ecuador, la Asamblea Comunitaria, es el máximo organismo territorial que debe solucionar el caso.
Es por ello que las dos personas acuden a esta instancia, donde se resuelve deshacer el acuerdo inicial y volverlo a diseñar con algunas pautas.
Al parecer, esto no gustó a uno de los implicados, que literalmente desconoció la autoridad y procedió a vender todo el terreno a una persona que conocía del problema.
La compradora del terreno derivó el juicio a la justicia ordinaria, quien luego de un minucioso análisis, determinó que no es procedente la demanda, pues el hecho ya había sido sancionado por la Asamblea Comunitaria. (RQO)