¿Bici-sauna?
Aquellos que deseen hacer ejercicio, y luego descansar con una relajante sesión en un sauna, lo pueden hacer ahora, de una manera bastante curiosa y ecológica. El sauna es bueno para la piel, para la circulación, para las vías respiratorias, es relajante y desentumecedor. No sirve para adelgazar, porque la pérdida de peso a base de deshidratación puede acarrear serios problemas de salud, sobre todo en el SNC, ya que puede por deshidratación intracelular provocar plasmolisis de muchas neuronas, es decir, muerte neuronal.
Hay que tener mucho cuidado con el tiempo de cada sesión, no más de 8 ó 10 minutos, ya que puede lesionar el sistema neurotermoregulador y dejarte con un cuadro febril para cuatro o cinco meses, además de un tipo de parkinsonismo temporal con temblores de manos que no te van a dejar ni comer, además de cefaleas vasomotoras. Volvamos a la iniciativa de la bici-sauna. Se trata de un proyecto, diseñado por un grupo de arquitectos checos, que consiste en una bicicleta-sauna. El curioso diseño está compuesto por una bicicleta tándem, que se puede ampliar para incluir una tercera persona, y un pequeño sauna con ruedas, colocado en la parte trasera y arrastrado por la bicicleta. El sauna, que es liviano para facilitar su transporte, está realizado con madera fina y puede permitir en su interior hasta seis personas, aunque es recomendable para dos o tres. Sin embargo, lo que hace verdaderamente ecológico este invento no es que esté realizado con materiales sustentables, o que permita un modo de transporte libre de emisiones, lo realmente eco-friendly, es que el spa funciona con la energía producida en el pedaleo de la bicicleta. Esto quiere decir que la sesión de vapor será tan larga como fue la sesión de ejercicio.
Ana Fernández
anaifernandezm@hotmail.com