Imbabura es la menos pobre de la zona 1, pero en el sector rural queda mucho por hacer
Aunque Imbabura es la provincia en la que el índice de pobreza es menor en la zona 1, en el sector rural no se ha logrado solucionar las necesidades básicas, que tienen que ver con la cobertura de agua potable, alcantarillado, condiciones de vida, vivienda y escolaridad, principalmente.
En el país se mide la pobreza de acuerdo a las necesidades básicas insatisfechas, NBI y a los ingresos económicos.
Necesidades básicas insatisfechas. Las provincias más pobres de la zona 1 con indicadores de pobreza son Sucumbíos con el 59,4% y Esmeraldas con el 54,8 %. En Carchi, el índice de pobreza es del 25,1%, mientras que en Imbabura el índice es del 23,9 %. Estos indicadores corresponden a la pobreza por necesidades básicas insatisfechas, NBI, informó Jorge Martínez, subsecretario de la zona 1 de la Secretaría Nacional de Planificación y desarrollo, Senplades.
Agregó que en la provincia de Imbabura, el área rural más pobre por NBI está en Pimampiro, con el 87,4 %; seguido por Otavalo, con el 84,5 %; Cotacachi: 84 %; Urcuquí, con el 75,1%, Ibarra cuenta con el 69 %, mientras que el cantón menos pobre por necesidades básicas insatisfechas es Antonio Ante con el 64,8 %.
A nivel nacional, la pobreza por necesidades insatisfechas es del 60,1 % de la población; mientras que en la zona 1 es de 69,1 %
Pobreza extrema. Según el boletín del Instituto de Estadísticas y Censos, INEC, en 2014, la pobreza extrema existe cuando los ingresos de una persona son de 45,67 dólares mensuales; es decir cuando por día recibe USD 1,52.
En cambio, una persona puede ser considerada pobre (no extremo) cuando su ingreso mensual es de 82,01 dólares, es decir un promedio de 2,70 dólares diarios.
En la zona 1, la pobreza extrema existe en el porcentaje del 12,9 % en Carchi; Esmeraldas: 20,7 %, Imbabura: 9,5 % y en Sucumbíos es del 13,5 %.
En lo rural. Angochagua es una de las parroquias más pobres de Imbabura en necesidades básicas insatisfechas.
En esta parroquia rural la cobertura de alcantarillado alcanza solo el 8,9%. De hecho en cobertura de agua potable y alcantarillado; desde la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de Ibarra han reconocido que aún queda una deuda pendiente en el ámbito rural en lo que se refiere a la satisfacción de necesidades básicas.
Testimonio. Luz María Cancán es ama de casa, se dedica al cuidado de sus siete hijos así como a la agricultura y al cuidado de gallos y gallinas para venderlos en el mercado. Afirma que el pago que recibe no es justo, pues lo máximo que obtiene es 6 a 7 dólares por cada ave.
Vive en Angochagua y asegura que desde 2006 esperan contar con el servicio de alcantarillado, del que solo realizaron un levantamiento topográfico y no vinieron más, enfatizó.
El agua que beben es entubada.
Manifestó que hacen falta oportunidades laborales y de educación, especialmente para los jóvenes de la parroquia.
No tenemos trabajo, la gente del campo está abandonada, vivimos al remiendo; tenemos que guardar centavo por centavo, aseguró la mujer.