El tamal una delicia de fin de año
La Navidad y Fin de Año es una época para saborear deliciosos platillos de sal y dulce; uno de éstos son los tamales. En la ciudad de Atuntaqui Graciela Medina Ayala, desde hace 15 años prepara esta delicia.
HERENCIA. Con solo nombrar tamal, la boca se hace agua, porque esta delicia que se prepara con harina de maíz, carne de cerdo, pollo y otros ingredientes, es un bocadillo que solo en estas fechas se puede saborear.
En pleno centro de la ciudad de la industria textil y de la confección de Imbabura, en la calle General Enríquez, en una casa tradicional, de las pocas que quedan, Graciela Medina, prepara y vende los tamales. Esta corpulenta y risueña mujer de 55 años de edad, cuenta que su madre María Alicia Ayala, preparaba los tamales para degustar en familia, le enseñó y le heredó la receta.
Lo singular de este bocadito es la mezcla del dulce de la harina de maíz con la sal del condumio que contiene carne de cerdo o pollo. Graciela dice que para que el sabor sea exquisito es necesario preparar con las medidas exactas y además poner el gusto y amor para elaborar esta delicia.
ENCIA. Cuenta que la preparación le demanda más de 10 horas. Mi labor empieza a las 03:00; lo primero es cocinar la carne, luego se cocina la harina, cuando está lista la masa, se unta la manteca y la panela; este paso es el más duro, ya que hay que fregar los ingredientes con la masa que está quemando, comenta mientras muestra sus manos cuya piel tiene un color rosado por la quemadura, ya se han de hacer callo dice y continúa envolviendo el tuco en las hojas de achira. Luego de este paso están listos para cocerlos en una paila de bronce que esta forrada de paja. Comenta que la paja le da un saborcito especial al tamal.
Dice que la demanda de los tamales es todo el mes de diciembre y la primera de enero. En estas semanas prepara alrededor de 5 mil tamales. El zaguán de la vieja casona número 14-61, se abre y Graciela Medina, está lista para atender a quienes desean saborear los tamales que todavía se preparan con la receta de la abuela.