El Runakay reunió a seis mil personas
Con el fin de rescatar la cultura y las tradiciones del pueblo kichwa la organización del Pawkar Raymi de Peguche realizó el Runakay, un evento en el que adultos, jóvenes y niños compartieron un espacio de recreación y costumbres de sus antepasados.
Más de seis mil personas participaron en la comunidad con el fin de generar espacios enseñanza y aprendizaje de las tradiciones de las comunidades indígenas.
Una de las cosas que más llamó la atención de este espacio es que jóvenes y niños que ya no utilizan comúnmente la vestimenta ancestral estaban representando a su cultura con el anaco las mujeres y con pantalón blanco los hombres.
Con estos espacios nos reencontramos con nuestro pasado, que debe ser nuestro presente, y nos divertimos y vivimos las costumbres que nos enseñaron nuestros padres y abuelos, con esto fortalecemos nuestra identidad, dijo Jaily Cushcagua, miembros de la directiva del Pawkar Raymi de Peguche 2016.
ESCENARIO
Desde las ocho de la noche del domingo, la directiva de la fiesta del florecimiento de la comunidad de Peguche y los taitas y mamas de la zona, se reunieron en la capilla de la comunidad y en grupo iniciaron el ritual de inicio del evento.
Un grupo de música acompañó a las más de 500 personas que iniciaron el recorrido hasta el coliseo, instrumentos de viento, cuerda y percusión marcaban el paso del zapateo de los bailarines que disfrutaban cada una de las notas de las canciones que representaban.
Una de las características del pueblo kichwa es el compartir con todas las bendiciones que Dios y la naturaleza les ha regalado en esta época del florecimiento, por esta razón las mamas llevan granos, queso, carne y más alimentos para que todos quienes están en la zona coman y sientan lo importante de la unidad para la cosmovisión andina.
Al ingresar al coliseo un Yachack, sabio de la comunidad, realizó un ritual en el que pidió la intercesión de la naturaleza y de los ancestros para que todo esté acorde a lo que necesita la comunidad.
El respeto para este tiempo es esencial, el silencio de todos los presentes mostraba lo sagrado del tiempo en el que se bendecía el acto. Con frutas, plantas, música y más rituales el Yachack bendijo todos los momentos.
La gente llegó a las instalaciones del coliseo de Peguche paulatinamente, la música se escuchaba hasta en las afueras del espectáculo, el grupo juvenil Ñawpak, encendió a los presentes con la música que interpretaron, los artistas tenían entre 10 y 13 años.
En este espacio se intentó que los jóvenes que han crecido en otros países se inserten en la programación, por esto el grupo Kawsay Dreams, que se formó en Korea como músicos presentaron a la comunidad el talento que han adquirido gracias a la herencia del pueblo kichwa más las ganas de trabajar.
En esta etapa la gente estaba presurosa por ingresar al coliseo pero se les hacía más difícil por la gente que llegó y las filas de ingreso eran cada vez más largas.
Como grupo estelar de la noche Winiaypo, realizó el lanzamiento de un disco que esperan de la vuelta el mundo, ya que el mejor mercado musical en el que entonan sus canciones es en España. Para su presentación más de seis mil persona habían entrado al coliseo.
La fiesta terminó a las dos de la madrugada y para la comunidad de Peguche la fiesta del florecimiento continúa, los jóvenes de la comunidad y de otras partes del país han participado activamente en este año.