Duelo gestacional inspiró a dos ibarreñas a crear una fundación para brindar acompañamiento emocional
IBARRA.- “Me sentía perdida, absolutamente sola en ese momento y con Tania decidimos, -por un acto de amor a nuestros hijos en el cielo-, crear este proyecto”, cuenta Pamela Saud Endara, quien tuvo tres pérdidas gestacionales, lo que le motivó a emprender la fundación Abrazando Esperanzas.
Usualmente no se habla mucho sobre las madres que pierden a sus hijos en la etapa del embarazo, que son historias conmovedoras porque muchas no saben a dónde acudir o qué hacer, como le pasaba a Pamela, quien se sometió a varios exámenes y quedó embarazada de Matías, su tercer hijo, que pudo llegar a tenerlo hasta la semana 38 de gestación, hace un año.
Fue ahí cuando recibe el acompañamiento de su amiga Tania Acosta Tamayo, quien fue la primera en perder a su bebé. “Vivíamos las mismas emociones, los mismos miedos, temores, las mismas frustraciones”.
Ambas se dieron cuenta que no tenían un espacio para poder enfrentar esta situación, y exactamente hace un año crearon la fundación Abrazando Esperanza junto a la mamá de Tania, Ana Tamayo.
De acuerdo a sus conocimientos, explica que una de cada cuatro mujeres pierde a su bebé en la etapa gestacional, perinatal, neonatal. Pamela, quien ahora está esperanzada esperando a su bebé Arcoíris, es la presidenta de la fundación y menciona que el objetivo es dar apoyo emocional, psicológico y acompañamiento, “lamentablemente seguirán existiendo pérdidas de estos bebés por diferentes circunstancias”.
Para ella, ha sido una situación completamente invisibilizada por parte de la sociedad, del sector salud, “falta de protocolos, falta de normativas, de leyes que amparen a estas familias y nos den ese apoyo justamente emocional que necesitamos en ese momento tan difícil”.
Tanto la madre como el padre sufren la pérdida de un hijo, “hemos visto en este proceso, por vivencia propia, que el proceso de la madre es completamente distinto al del padre. Este duelo no solo lo llevan los padres sino también la familia”.
Unión
“Primero me pasó a mí con mi hijo Nico, que este 1 de marzo cumple cuatro años, y cuando me pasó me di cuenta que es un dolor tan fuerte que te puede causar mucho daño hasta el punto de que no puedas volver a ser la misma persona”, dice Tania, quien es la vicepresidenta de la fundación.
Asegura que le costó mucho volver a soñar, volver a creer, “tuve el embarazo de mi hija, nació en la semana 36, estuvo en terapia intensiva alrededor de 14 días y cuando nos dieron la mala noticia, una amiga me regaló una virgen y le hice la promesa de fundar esta fundación para ayudar en casos de duelo, lo que me pasó con mi hijo y en casos de morbilidad infantil, que es lo que me pasó con mi hija”.
Es la única organización a nivel nacional
La fundación cuenta con personería jurídica del Ministerio de Salud (MSP). Ana Tamayo es la directora ejecutiva, y señala que brindan atención psicológica, individual, en pareja y familiar.
Además, cuentan con una oficina en Quito y en Ibarra. También ofrecen grupo de apoyo para mujeres y hombres que están atravesando por un duelo gestacinonal, perinatal, neonatal. Brindan asesoría y acompañamiento legal.
El Municipio de Quito les entregó un reconocimiento por la labor de la fundación. “Tenemos una excelente acogida, el duelo gestacional es uno de los problemas que realmente no estaba visibilizado en Ecuador”.
Ana menciona que reciben llamadas de otros países, ya que no hay un servicio especializado. “La fundación era totalmente necesaria. Estamos impulsando hacer una investigación para conocer el impacto del duelo gestacional en la vida de las familias tanto en el distrito Metropolitano como en Imbabura”.
El objetivo a futuro de la fundación es proponer al MSP un protocolo de atención en la parte ginecobstétrica para que se incluya el duelo gestacional como uno de los procedimientos a realizarse en los hospitales.
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