Actitudes malévolas
Vivimos un Estado de propaganda altamente nocivo, dañino, pernicioso, peligroso y maléfico. Diariamente se busca retar a los ecuatorianos con mensajes que profundizan la lucha social y que degradan la convivencia entre las personas.
La ¨revolución¨ está dirigida a callar la voz de quien protesta por lo que acontece, sigue la marcha sobre el intento de llevar adelante un proyecto restrictivo a la libertad de expresión y pensamiento, el patrimonio más sagrado del ser humano que se relaciona con la palabra está en juego. Ahora, los votos valen más que la Constitución y las leyes, se distorsiona la verdad y lo político sobrepasa en importancia a lo humano. Se denigra al contrincante y se ignoran los acuerdos. El ambiente de enfrentamiento se lo siente cotidianamente como imprescindible para el régimen transitorio. Coexistimos entre la descalificación oficial a periodistas y medios privados. Lo particular, lo individual les molesta, derraman odio. Es una realidad que preocupa, desorienta, inquieta, intranquiliza, agita, impacienta y quema. Es un momento crítico que obliga a no renunciar jamás a la libertad y a la necesidad de mirar en el horizonte una práctica democrática brillante que merecemos todos. No aceptamos en absoluto una regresión al autoritarismo, provenga de quien lo origine.El oficialismo atiza el ataque y la propaganda obtiene algún resultado. El debate sobre cualquier proyecto es únicamente teórico, no existe discusión civilizada, solamente prima la voz cantante de una persona que cree poder manejar la vida de las personas a su antojo. La verdadera comunicación nada tiene que ver con cadenas abusivas que denigran a honestos ecuatorianos que lo único que hacen es trabajar dignamente por un Ecuador más cálido que brinde las mismas oportunidades a todos.
Ramiro Bucheli Proaño
rbucheli1@hotmail.com